Las empresas están hartas de los jefes, de ese personaje que se comporta como un capataz, ese que no sabe cómo hablarle a su equipo, ese que a pesar de toda su buena intensión y sus ganas de cumplir los objetivos no sabe cómo hacerlo sin generar fricciones con su gente.

 

Esos jefes y otros que van en vías de convertirse en líderes, también están cansados de talleres sobre liderazgo totalmente acartonados, aburridos, fríos y vacíos... asisten porque se los paga la empresa...

 

porque no les queda de otra y...

 

seamos sinceros... algo aprenden en esos talleres, así los maten de sueño, así sean en ocasiones largos, así estén en muchos casos desprovistos de alma... con suerte hay buenos refrigerios...

 

...y regresan a sus trabajos en los que al cabo de una semana o dos olvidan el 90% de lo que allí escucharon... SÍ, por lo general aprehenden un 10% de lo que "aprenden".

 

¿Cuál es la mejor forma de adquirir nuevas habilidades?

 

La respuesta es sencilla: haciéndolas, practicándolas!

 

Pero ¿cómo practicar competencias de liderazgo fuera de una situación real, fuera del trabajo?

 

La respuesta (no tan sencilla): "jugando", sí jugando... aunque no cualquier juego.

 

Hace falta un juego que haya sido diseñado específicamente para adquirir ciertas competencias, para desarrollar a través de la práctica nuevas formas de pensar, nuevas formas de sentir y nuevas formas de actuar.

 

Si eres un líder que anda buscando empoderar a su equipo o si eres responsable del área de Talento Humano probablemente te has topado con el dilema de “¿qué más hacer?” para formar a tu más preciado recurso, a la joya mas valiosa de tu tesoro empresarial: tus LÍDERES!

 

Ese "qué más hacer" encierra una preocupación legítima, que es simplemente ser más eficaz en el entrenamiento. ¿Cómo entrenar más rápido y mejor?

 

¿Cómo lograr verdaderos desplazamientos en las conductas de tus líderes?

 

Y no hay mejor entrenamiento que hacer las cosas... probar, equivocarse, corregir... tener a alguien que te sirva de espejo y te diga qué cosas puedes estar haciendo mal, o cuales puedes hacer mejor... 

 

¿Y qué mejor forma de hacer las cosas que a través de un juego?…

 

...un ambiente controlado, una actividad con dilemas que confronte a tus líderes de manera directa y que despierte en ellos las emociones que SIEMPRE se disparan cuando se toman decisiones.

 

Permíteles vivir eso, permíteles palpar de primera mano qué cosas deben aprender a gestionar internamente, qué actitudes pueden cambiar, qué formas de pensar deben transformarse. 

 

Si llegaste hasta aquí es porque te identificas con esta gran necesidad en el mundo de hoy: 

 

¿Cómo formar verdaderos líderes? 

 

¿Cómo prepararlos para los restos del 2024? 

 

Un mundo quebradizo, ansioso, no lineal e incomprensible!

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